En el marco del Congreso de la semFYC celebrado el pasado 10 de mayo, Daniel Solano, patrono de Ochotumbao, habló de su trayectoria profesional en la fundación y de algunos de los proyectos llevados a cabo en los últimos dos años

Las historias y las acciones individuales son las que transforman la realidad. Es el compromiso individual con la comunidad lo que genera cambio y conciencia social. Daniel Solano, gerente de Ochotumbao, compartió su experiencia y sus vivencias en una conferencia el pasado 10 de mayo que tuvo lugar en el Auditorio 1 del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Se trataba del 39º Congreso de la semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), que volvió a Andalucía en esta edición bajo el lema «Con la familia y su comunidad».

Daniel empezó su exposición hablando del origen de la Fundación Ochotumbao, de la que es patrono junto con Dani Rovira y Clara Lago. En ese origen forjó una de las decisiones más importantes y drásticas que tomó en su vida profesional: abandonar su Málaga natal para empezar una nueva etapa en Madrid. Afortunadamente no lo hizo solo. Su mujer, Silvia, embarazada en aquel momento, y su hijo mayor que por entonces contaba solo con dos años, le acompañaron en todo momento.

Durante su conferencia, Solano contó a la audiencia algunos de los proyectos más importantes que se han llevado a cabo en esta organización sin ánimo de lucro durante sus más de dos años de actividad. Destacó, por ejemplo, el documental que dirigió Paola García Costas, Todos los caminos, o el libro benéfico firmado por tantas plumas diferentes Habla de nosotros. Hubo tiempo también para anunciar en primicia las 6 galas previstas para finales de 2019 de la 8ª edición de ‘Quieres ayudar conmigo-Improviciados Málaga’, que se celebran, como ya es habitual, en el Teatro Cervantes.

Invitó a conocer a todos los médicos de familia presentes en el auditorio las numerosas asociaciones con las que se trabaja en la Fundación Ochotumbao. En sus propias palabras, les explicó que «muchas de estas asociaciones trabajan ayudando a personas concretas, con enfermedades concretas, que podéis encontrar a diario en vuestra consulta y, dónde les pueden informar y orientar, complementando la ayuda que vosotros les podéis proporcionar». Además, aprovechó el altavoz que le cedió el Congreso para aconsejar a los asistentes, desde un profundo respeto, “recetar el voluntariado”, porque, como señaló, “es algo que te aumenta la autoestima y te hace sentir más útil en tu comunidad. Eso puede ayudar a muchas personas a gestionar mejor una situación difícil que estén atravesando en un momento concreto”.

La labor que hace el personal sanitario en la comunidad es incuestionable y exige un nivel de responsabilidad y de compromiso muy elevado. Esto se aprecia de manera tangible, día a día, en el trabajo de los médicos de familia. Ellos y ellas educan en hábitos saludables, protegen, aconsejan, curan… Congresos como este sirven para que entre ellos compartan experiencias, conocimientos y habilidades y es una oportunidad excelente para, tal y como hizo Daniel Solano en su conferencia, ofrecer un punto de vista diferente y solidario.