Daniel Solano
Carnavalero y apasionado del deporte, en especial del ciclismo.
Daniel Solano es patrono, además de gerente, junto a Dani Rovira y Clara Lago de Fundación Ochotumbao.
Nació a principios de la década de los ochenta en Málaga (‘mágala’, según su hijo mayor) y se licenció en Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga. Más tarde, obtuvo el título de Máster en Dirección Financiera. También posee un mayor grado de formación en la rama empresarial, donde desarrolló sus primeros años de vida laboral.
Dani fue criado, junto a su hermana mayor, tan solo por su madre. Fue ella quien le enseñó que «las cosas no te las regalan, hay que ganárselas».
Desde muy joven, fue compaginando sus estudios con el desempeño de numerosos trabajos temporales, tantos, que un día en una apuesta con sus amigos no era capaz de recordarlos todos (jardinero, camarero, repartidor de publicidad, kiosquero y pintor son algunos de ellos).
Tuvo la suerte de que en 2004, uno de sus tíos paternos (las vueltas que da la vida), le dio la oportunidad de trabajar de auxiliar administrativo en su empresa, que en aquel momento estaba en pleno crecimiento. Allí Dani pudo acabar las tres asignaturas que le quedaban para finalizar la carrera. Y poco tardó en comenzar a escalar en el organigrama de la empresa hasta llegar a lo más alto; siempre en base al esfuerzo y al sacrificio.
Daniel Solano es un apasionado del deporte y la actividad física, en especial del ciclismo, así que cuando le ofrece Dani Rovira la posibilidad de acompañarlo a la Titan Desert para ponerle Freno al Ictus, no se lo piensa ni un segundo. Es allí donde le cuenta la idea de crear la Fundación Ochotumbao, junto a Clara Lago, para poder seguir ayudando desde el arte, el humor y el deporte. Queda enamorado en ese mismo momento del proyecto. Nada más aterrizar en Málaga comienza a investigar y a hacer gestiones para comenzar un camino burocrático que no ha sido nada sencillo de recorrer hasta conseguir concluir el proceso de constitución de la Fundación Ochotumbao.
Mientras terminaba la parte administrativa del proyecto, se sumó a la iniciativa ‘¿Quieres ayudar conmigo?’, en diciembre de 2016. Estas galas se celebran en Málaga cada año -desde el 2012- y están formadas por 11 funciones benéficas del espectáculo teatral Improviciados, cuya recaudación se reparte entre 12 asociaciones malagueñas de distinta índole con las que colaboran desde hace tiempo.
En septiembre de 2016, Dani tuvo que tomar una de la decisiones más difíciles de su vida: la de trasladarse a Madrid. Lo hizo acompañado de su esposa Silvia (la auténtica heroína de toda esta historia) embarazada de 7 meses, y con su hijo mayor de tan solo 2 años. Afortunadamente, la suerte les sonrió, y hoy viven felizmente en Madrid, sin descuidar a su ciudad natal ni un momento.